La desarrolladora del monedero de bitcoin Samourai Wallet explicó en un hilo de Twitter por qué es beneficioso el uso de CoinJoin, protocolo que estas wallets soportan. Para ello, uso un lenguaje cotidiano y a comparaciones con el dinero en efectivo que cualquier persona, incluso los no expertos, pueden entender.
Antes que nada, debemos explicar brevemente en qué consiste CoinJoin. Este protocolo permite agrupar operaciones de entrada y salida en la red de Bitcoin para hacer casi imposible el seguimiento de los fondos de cada una de ellas. Si bien esto último podría lograrse, demandaría un esfuerzo importante de parte de una analítica de datos de blockchain, como por ejemplo Chainalysis.
Al ampliar el tamaño de las transacciones, CoinJoin hace que puedan ingresarse en ellas varias entradas (inputs) y salidas (outputs) de fondos. De ese modo, es más difícil analizar qué dirección envió los bitcoins que se reflejan al confirmarse la transacción. Para abril de 2020, la adopción de CoinJoin había llegado a un pico de 70.000 BTC en el mes.
CoinJoin en Bitcoin, explicado por Samourai Wallet
Samourai lo compara con la extracción de dinero en efectivo de un cajero automático. Al hacerlo, el banco sabe cuánto sacaste, en qué momento y cuánto dinero queda en la cuenta, pero no puede saber qué haces luego de extraerlo.
De manera similar, al abonar con tarjeta de débito o crédito, el comerciante que recibe el dinero no sabe cuánto más tienes en tu cuenta. Simplemente le basta con saber que es suficiente para financiar esa compra. Así, el sistema de dinero fíat tiene una privacidad transaccional básica, explica Samourai.
Este sistema está garantizado por las actualizaciones y mejoras que se hagan a través de las legislaciones. Delegar esa tarea “la de asegurar la privacidad en el sistema monetario tradicional” a terceros es algo peligroso, dicen los desarrolladores de la wallet. En cambio, ellos consideran más seguro que esta privacidad se garantice a través de un código.
La red Bitcoin, al ser pública y transparente, aparece como alternativa para construir un sistema monetario más privado. Cada transacción queda registrada de forma inalterable en la cadena de bloques, y todo el mundo puede acceder a esa información.
Pero Bitcoin no asocia direcciones con identidades, ya que se trata de una red pseudoanónima. Tal asociación sí se da al extraer criptomonedas de un exchange “donde la mayoría de las personas las compran”, ya que la empresa puede asociar esas monedas con una identidad real, provista por el mismo usuario al momento de registrarse. Es igual a que un cajero automático imprima tu nombre y número de cuenta cada vez que sacas dinero de él.
Algo parecido ocurre al transaccionar con otro usuario. En la operación, se comparten datos sobre el pasado y se abre la puerta a un seguimiento a futuro de esa dirección, dice Samourai. Algo así como “mostrar al pastor tu suscripción a Only Fans cuando donas un billete en la iglesia”, comparan.
Como solución a esto, CoinJoin borra el historial de las criptomonedas, como si se limara un lingote de oro para borrarle todas las marcas. Si bien no se trata de una bala de plata, es decir una solución definitiva, Samourai aclara que la compañía está haciendo todo lo posible para disminuir la complejidad de las soluciones de privacidad para sus usuarios.