Rusia reanudará en las próximas horas el transporte de petróleo a través del oleoducto Druzhba, que fue interrumpido el 4 de agosto por la imposibilidad de abonar el coste del tránsito por Ucrania, informó la operadora rusa de oleoductos Transneft.
Inicios de labores el miércoles
“Llevamos a cabo labores para iniciar el trabajo. La parte bielorrusa también ha confirmado la posibilidad de reiniciar la labor (del oleoducto). Planeamos comenzar el bombeo por el tramo Mijalki-Brody a las 16.00 hora de Moscú (13.00 GMT)”, dijo a la agencia RIA Nóvosti Ígor Demin, asesor de la presidencia de Transneft.
Ruta del crudo
Demin explicó que una vez llegue la cantidad suficiente de crudo a Brody (en el oeste de Ucrania), se procederá al bombeo en dirección a Budkovtsi, de manera que primero el petróleo llegará a Eslovaquia y luego, a Hungría.
La petrolera húngara MOL aseguró este miércoles que ha pagado a Kiev una suma por el tránsito de crudo a través del territorio ucraniano con el fin de que se reinicie el bombeo interrumpido.
Por el momento, no se sabe el coste que ha asumido la empresa húngara tras varios días de negociaciones, o la cantidad del crudo que puede atravesar Ucrania a cambio del dinero abonado.
Contexto del corte
Según informó el martes Rusia, la empresa ucraniana UkrTransNafta detuvo el 4 de agosto el bombeo de crudo ruso por el ramal sur de Druzhba, que abastece a Hungría, Eslovaquia y la República Checa.
Transfnet agregó que el corte se debió al impago ruso de las tasas de tránsito debido a las sanciones impuestas a Moscú por su campaña militar en Ucrania.
Aseguran suministros
Por su parte, MOL, si bien aseguró que Hungría cuenta con reservas suficientes para varias semanas, optó por hacerse cargo de los costes del tránsito ucraniano para asegurarse los suministros a sus clientes, que no solo están en el mercado húngaro, sino también en otros países de la región.
Las tres naciones afectadas por el corte del flujo petrolero dependen en gran medida de las importaciones de hidrocarburos rusos para su abastecimiento energético, y no tienen salida al mar, lo que les dificulta diversificar sus suministradores.
Hungría compra de Rusia el 60 % del crudo y el 85 % del gas que utiliza.