La flexibilidad en el funcionamiento de las operaciones de minería de Bitcoin (BTC) puede ser vital para resolver los problemas del mundo real que se interponen en la industria energética, sugiere la investigación de Arcane.
Transformación de la industria
Una de las mayores preocupaciones que plantean las autoridades cuando se trata de la adopción generalizada de Bitcoin son sus requisitos energéticos. Mientras que las innovaciones en la fabricación de chipset han ayudado a reducir los costes operativos relacionados con la minería de Bitcoin, un informe de Arcane revela el potencial del mercado para transformar la industria energética.
Complemento de redes eólicas y solares
Debido al bajo coste de reacción, la minería de Bitcoin complementa el crecimiento de las redes eólicas y solares, que suelen producir energía inestable y no controlable. La investigación de Arcane señala que el Consejo de Fiabilidad Eléctrica de Texas, hasta la fecha, sólo ha permitido a los mineros de bitcoin participar en los programas más avanzados de respuesta a la demanda.
Además de ser flexible a las demandas de la red, la minería de Bitcoin también puede ayudar a resolver los problemas relacionados con la quema de gas, el proceso de quemar gas natural asociado a la extracción de petróleo.
Cifras que muestran el panorama
Arcane destaca que, al aprovechar el agnosticismo, la modularidad y la portabilidad de los equipos de Bitcoin, los mineros pueden establecer operaciones junto a los pozos de petróleo, razonando que “por cada 1.000 dólares de inversión, un sistema de minería de bitcoin reduce las emisiones de 6,32 toneladas de CO2 equivalentes al año, en comparación con 1,3 para la energía eólica y 0,98 para la solar”.