La descentralización es la clave del éxito del Bitcoin. Y es el motivo por el cual, la red del Bitcoin es la más resistente ante posibles ataques de cualquiera que busque cambiar su política monetaria y, por lo tanto, amenace su escasez inherente.
Actualmente, ninguna otra criptomoneda se acerca al nivel de descentralización del Bitcoin, y parece poco probable que alguna lo logre.
El anonimato de Satoshi Nakamoto es el pilar fundamental del Bitcoin
La forma más sencilla de cambiar una organización es influir en su líder. Sin embargo, el Bitcoin no posee un líder. Su fundador, «Satoshi Nakamoto», ha logrado mantener el anonimato durante más de una década. Y desde que Satoshi dejó de comunicarse con su comunidad. Ningún otro individuo o grupo ha logrado ejercer suficiente influencia para realizar cambios significativos en la política monetaria del Bitcoin.
Actualmente, ningún otro activo digital puede ostentar de haber tenido un historial sin un liderazgo influyente. Para el Bitcoin, no hay un líder para coaccionar, ningún comité para sobornar y ningún electorado lo suficientemente fuerte como para cambiar su estructura.
Ejecutar un nodo de la red Bitcoin es extremadamente accesible
Uno de los factores de descentralización más importantes del Bitcoin, es la facilidad con la que un usuario puede ejecutar un nodo. Dichos nodos transmiten las transacciones a través de la Blockchain y también verifican todo el historial de transacciones previo. Esto permite que cualquier persona verifique todo el historial de transacciones del Bitcoin y también se asegure de que las futuras transacciones, cumplan con las reglas del protocolo. Todo esto se puede lograr con una inversión inferior a $300 dólares en equipos informáticos y una conexión a Internet de poca velocidad.
Para las otras redes de criptomonedas que admiten un mayor número de transacciones u ofrecen una mayor funcionalidad de características. Los mayores requisitos de memoria y ancho de banda dan como resultado un menor número de nodos que por lo general, tiende a ser ejecutados por grandes entidades corporativas.
Si los avances en computación continúan como lo han hecho en los últimos años. Es posible que pronto vivamos en un mundo en el que cualquier persona pueda ejecutar nodos de Bitcoin en su teléfono inteligente.
Los pools de minería, son una importante representación de la descentralización de la red
Desde la creación del Bitcoin, la criptominería ha sido parte esencial de su tecnología. Y cada avance logrado, impacta directamente en el desarrollo de su Blockchain.
El uso de hardware cada vez más avanzado para minar Bitcoins, aunado a la proliferación de las granjas de minería de criptomonedas. Produjo que esta actividad se volviera algo poco provechoso para quienes contaban con dispositivos menos potentes.
Sin embargo, el 27 de noviembre del 2010, alguien tuvo una idea que revolucionó la industria de la minería de BTC para siempre. Un usuario del foro BitcoinTalk, bajo el pseudónimo «Slush», propuso crear un grupo, al que se unieran todos los mineros con equipos de bajo rendimiento. Con el objetivo de agrupar el poder de procesamiento de sus máquinas y dividir la recompensa de los bloques minados entre todos de forma equitativa. De esta manera nació el primer pool de minería de criptomonedas, actualmente conocido como «Slush Pool».
En la actualidad, cualquier usuario es libre de crear un nuevo pool de minería y ponerlo a disposición de otros usuarios bajo las condiciones que considere pertinente ofrecer. Los mineros también son libres de escoger en qué pool minar. De hecho, existe una estrategia denominada «pool hopping». Que consiste en minar en un pool únicamente en los momentos en que este ofrece mejores beneficios a sus mineros. Cuando las condiciones cambian, el minero «salta» (hop) a otro pool que le ofrezca mejores beneficios o pasa a minar de manera independiente.
Diversos conflictos de interés, han puesto a prueba la descentralización del Bitcoin
El Bitcoin también ha sobrevivido a numerosos desafíos en sus 13 años de historia, que culminaron en la «Block Size Wars». En esta lucha, un grupo de grandes empresas con intereses en el Bitcoin, intentó cambiar el protocolo para permitir un mayor número de transacciones por segundo. Una minoría vocal de operadores y desarrolladores de nodos se resistió a este cambio, en parte debido al riesgo de que aumentar el tamaño de cada bloque, aumentaría el tamaño de la Blockchain y, por lo tanto, dificultaría la ejecución de los nodos de la red. Tal cambio podría haber reducido el número de nodos en la red, reduciendo así su descentralización.