En un principio las Google Glass eran la novedad, pero hubo algunas cuestiones de fondo que interrumpieron su éxito en el mercado después de su lanzamiento en el 2013.
La privacidad en la mira
Ya que funciona como tecnología de realidad aumentada y tiene incorporada una cámara que permite tomar fotos y videos, se puso en discusión la cuestión de la privacidad. ¿Por qué? Sucede que las Glass tienen la apariencia de unas gafas comunes y corrientes y el contertulio no sabe cuando está siendo grabado ni cuando se le está fotografiando, lo que de alguna manera vulneraría el derecho a la privacidad. Debido a esto, en el año 2015 dejaron de circular.
Sin embargo, en el 2017 se relanzaron al precio de 2.000 euros, con un nuevo formato y software bajo el nombre de Google Glass Enterprise Edition.