Pavel Durov, fundador y CEO de Telegram, fue acusado formalmente en París de permitir actividades ilegales en la plataforma.

Las autoridades francesas lo señalan por la forma en cómo se usa esa red social y le imputan varios delitos, entre los que se incluyen el tráfico de drogas, lavado de dinero y pornografía infantil. Por los delitos que le imputan, Durov podría enfrentarse a una pena de hasta 10 años de cárcel.

Durov pagó una fianza de 5 millones de euros para ser excarcelado, aunque mantiene restricciones: tiene prohibido salir de Francia y debe presentarse dos veces por semana ante las autoridades.

La fiscal de París, Laure Beccuau, dijo que Telegram ha sido recurrentemente mencionado en investigaciones relacionadas con delitos graves, incluyendo el odio en línea.

A pesar de esto, los equipos bajo su mando han observado una «casi completa» falta de cooperación por parte de Telegram ante las solicitudes judiciales, lo que ha generado fricción con las autoridades francesas, según el reporte de Bloomberg.

Esta falta de respuesta no es exclusiva de Francia; autoridades de países vecinos, incluyendo Bélgica, han reportado una situación similar, subrayando un patrón de no cooperación que trasciende las fronteras. También existe preocupación en fronteras más lejanas, como la India.

Laure Beccuau mencionó que esta actitud de Telegram fue el catalizador para que la unidad especializada en crimen organizado iniciara una investigación para determinar si los ejecutivos de la aplicación podrían ser penalmente responsables por la comisión de estos delitos, dada la plataforma como vehículo para actividades ilícitas.

El estado actual de Telegram no ha sido afectado directamente por la detención de Durov. La aplicación continúa operando sin interrupciones, manteniendo su política de privacidad y encriptación de extremo a extremo. Sin embargo, la detención de Durov ha generado un debate sobre la responsabilidad de las plataformas de mensajería en la moderación de contenidos.

La detención de Pavel Durov y las acusaciones en su contra marcan un capítulo significativo en la discusión sobre la regulación de internet y las responsabilidades de los creadores de plataformas digitales.

Se argumenta que la detención de Durov podría ser un precedente para otras plataformas, cuestionando hasta qué punto las empresas tecnológicas deben ceder a las demandas de los gobiernos por información de usuarios.

Durov fue detenido el sábado 24 de agosto al llegar al aeropuerto de Le Bourget, donde agentes de la oficina antifraude de Francia lo esperaban. Tras varios días en custodia policial, fue finalmente presentado ante los tribunales la tarde del miércoles 27 de agosto.

Este artículo fue creado usando inteligencia artificial y editado por un humano de la Redacción.

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