Uno de los términos que más está dando que hablar en los últimos años es el de las ICO. Una nueva forma de criptodivisa que las empresas utilizan para recaudar capital. En una época en la que los activos digitales dan cada vez más que hablar. El mercado financiero tradicional está destinado a renovarse o morir, es importante estar al tanto de un bien esencial para las startups tecnológicas. ¡Sigue leyendo y descubre qué es una ICO y cómo crear una para tu proyecto!
¿Qué es una ICO?
Una ICO (Initial Coin Offering) es una nueva forma de recaudar capital para todo tipo de proyectos a través de la venta de criptomonedas. Y muy especialmente popular en el sector de las startups tecnológicas. Traducido al castellano como Oferta Inicial de Moneda, hablamos de una vía de financiación de nuevas criptomonedas, tokens virtuales protegidos mediante un sistema de criptografía. Estas criptomonedas suelen utilizarse para realizar pagos o generar valor mediante un proceso de minado con el que se van creando de manera virtual.
El primer paso para generar una criptomoneda es diseñarla. A partir de ahí se introducirá a través de un software en la red que se pondrá a disposición de una comunidad con el objetivo de que aparezcan los mineros que soporten la actividad de la misma. Todo este proceso tiene un coste, algo que puede financiarse a través de ICOs.
Los desarrolladores comienzan con un premiado a puerta cerrada. Es entonces cuando se da paso al intercambio de la nueva moneda por otras en circulación, como Bitcoin o Ether, o dinero fiat. Es decir, el objetivo de una ICO es ofrecer a unos inversores iniciales las nuevas monedas a cambio de dinero para más tarde abrir su distribución al público. Un proceso similar al de crowdfunding, en el que una comunidad de usuarios financia un proyecto sin necesidad de intermediarios.
Esta nueva forma de financiación en la era digital surge como alternativa a fuentes tradicionales como las entidades de crédito o los fondos de inversión. Y sigue creciendo exponencialmente desde su aparición en el año 2013 debido a su carácter flexible y descentralizado.
¿Cómo se crearon las ICOs?
Concebidas como un mecanismo ideado por la comunidad interesada en el blockchain para buscar apoyo financiero para nuevos proyectos mediante pequeñas cantidades de dinero e inversión. Las ICO han servido para recaudar cantidades cada vez más grandes entre inversores cada vez más numerosos.
El primer proyecto que se conoce al respecto es el de Mastercoin, en el año 2013, recaudando en ese momento apenas cinco millones de dólares en Bitcoin. Mejores rendimientos tuvieron las ICOs de Ethereum y DAO, con una recaudación mucho mayor en los tres años posteriores. Así, llegamos hasta el año 2017, cuando explotaba la creación de las ICOs con hasta 210 en activo. En ese momento logro una recaudación superior a los 3880 millones de dólares. Hablamos, por tanto, de un crecimiento exponencial que ha llegado a superar la financiación de capital de riesgo en el mercado blockchain.
De forma paralela, las Security Token Offering (STO) aparecen como una alternativa. Ya que estas se definen como ICO en las que se otorgan derechos económicos sobre compañías, estando respaldados por beneficios, flujos de caja o activos. Emitidos mediante smart contracts, adaptados a la tecnología actual, no necesitan la intervención de terceras personas. Con los STO se formaliza una relación jurídica digital que vuelve más sólidos los términos contractuales y asegura derechos económicos tales como intereses y dividendos.
Ventajas de una ICO
- Cualquiera puede lanzar una mediante plataformas como Stellar o Ethereum.
- Gracias a la tecnología blockhain, los procesos de una ICO se desarrollan a través de una red segura, compartida y descentralizada en la que desaparecen los intermediarios.
- Gran liquidez debido a un mercado como el de las criptomonedas, que nos permitirá obtener importantes cantidades de dinero en poco tiempo.
- Por su acceso a través de internet, pueden promocionarse mediante redes sociales y sites especializados. Ahí encontraremos clientes potenciales que deseen invertir en proyectos y equipos que les entusiasmen.
- Se trata de un método de financiación potente en el que podríamos obtener grandes beneficios. Algo que ya ocurrió con Ethereum en el verano de 2014, cuando lanzó una de las primeras ICO que se conoce. Ya que llego a recaudar más de 12.000 millones de dólares.
- Se permite la participación de cualquier persona sin necesidad de una formación previa. Independientemente de que sea profesional en la materia o que se encuentre en un país u otro del mundo.
Ventajas para inversores
- Se trata de una oportunidad con la que obtener una nueva criptomoneda a un precio bajo con la idea de obtener un buen rendimiento de su inversión
- Su uso nos permitirá redistribuir ingresos y acceder de forma privilegiada a productos y servicios de los proyectos asociados.
- Acceso ágil a la financiación inicial con pocas restricciones regulatorias
- Una base de datos de usuarios potenciales que desean probar el servicio
- Fondos sin pérdida de capital (siempre que no se indique lo contrario)
- La oportunidad de crear y experimentar con modelos de negocio innovadores y descentralizados
Contras de una ICO como inversor
Al tratarse de un sistema innovador, hay que tener en cuenta los riesgos a la hora de participar en una ICO como inversor. Puede que el proyecto no salga bien y que las monedas que se entregan a cambio de dinero no acaben teniendo ningún valor. Otro de los riesgos que corremos es que la seguridad de una criptomoneda no sea la correcta y que un hacker interfiera y robe el dinero. Eso mismo ocurrió con DAO, en el que se robaron más de 150 millones de dólares a los inversores.
Hay que señalar que este tipo de operaciones no están reguladas legalmente, quedando fuera del sistema financiero convencional. Algo que impide a los gobiernos tener control sobre el dinero. Esta falta de regulación ha llevado a muchos debates sobre si son o no un sistema ilegal, aunque lo cierto es que las ICO siguen en funcionamiento y que son muchos quienes siguen invirtiendo a través de este método.
Identificar qué proyectos están funcionando mejor a través de métricas y tendencias, analizar su tecnología, entender su método y comprobar cómo se desarrolla el token con el producto es importante a la hora de invertir.
Cómo financiar proyectos basados en blockchain
Es importante tener claro que una ICO no solo sirve para financiar la creación de nuevas criptomonedas, sino también para financiar proyectos basados en el blockchain o la cadena de bloques.
Cuando hablamos de blockchain lo hacemos de un sistema que nos permite tener toda la información encriptada de forma segura, compartiéndola entre las partes vinculadas a la transacción que se va a realizar para registrar las transacciones económicas que se han realizado con la criptomoneda.
Así, mientras que en un principio la cadena de bloques únicamente se utilizaba para la creación de monedas virtuales, actualmente se puede utilizar para múltiples tareas como realizar computación en la nube, gestionar derechos de autor o almacenar y modificar datos de forma segura y verificable.
Siempre que queramos utilizar la tecnología blockchain para un uso especial debe existir una moneda asociada. Estas monedas, denominadas token, evitarán que se confunda dicho proyecto con la creación de una nueva criptomoneda. Por tanto, se puede crear una ICO para financiar el proyecto cambiando estos tokens premiados por dinero. Esos tokens, además, podrán usarse dentro del mismo proyecto para efectuar pagos de servicios específicos.
Podemos decir, por tanto, que las ICO nos servirán tanto para financiar la creación de nuevas criptomonedas como proyectos creados a partir del sistema blockchain o cadena de bloques.