Fue en 1992 cuando el mundo le dió paso a lo que se conocería como la primera ventana para el metaverso. Quién se podría imaginar que Snow Crash de Neal Stephenson recreará un mundo totalmente en línea, dónde se tendría acceso a través de los lentes de realidad virtual.
El universo del metaverso es un mundo totalmente diferente. Aquí se interactúa con herramientas y cuerpos generados por la computadora. Se puede hacer amigos, asistir a eventos e incluso conocer gente.
En la actualidad
Cuando se creó el metaverso se suponía que sería en un mundo lleno de experiencias más reales que la realidad. Lo cierto es que hoy en día, no es exactamente cómo se pensó. Las experiencias de inmersión digital y sus gráficos, carecen del realismo necesario o más bien del esperado por parte de los usuarios.
Han sido muchas las interrogantes en este sentido. Como la de Kevin Roose del New York Times, que en su Twitter preguntó: “¿dónde se gastaron exactamente los $10.000 millones de dólares que Meta invirtió tan solo el año pasado en realidad virtual?” Así como un artículo de Fast Company, dónde se hace referencia a los ojos sin vida, totalmente opacos de los avatares.
El metaverso 2.0
Obviamente al llegar a este punto, no se puede dejar de mencionar que el metaverso 2.0 incluye avatares de inteligencia artificial. Asistentes virtuales súper realistas que actúan como cualquier ser humano, haciendo dudar a cualquiera.
Así como una opción más viable, dónde todos los usuarios puedan tener acceso libre y sobre todo, que cualquiera pueda obtener tokens del juego gratis, sin gastar nada. Megaverse según Simon Fletcher, su director de operaciones “es como adentrarse en un mundo definido por la imaginación y un potencial infinito”.
¿Hasta dónde llegará todo esto? ¿Realmente llegaremos a vivir y convivir dentro de una realidad virtual? Síguenos en nuestras RRSS y deja tus comentarios.