Los precios del gas han vuelto a dispararse en las últimas horas, marcando un nuevo máximo histórico a cierre del mercado (278 euros MWh). El pánico energético se extiende por Europa ante el temor, cada vez mayor, de una interrupción de suministro.
Causas del alza
El nuevo parón del gasoducto Nord Stream 1 decretado por Rusia (será de tres días y comenzará el 31 de agosto) y también por los daños que se han producido en un oleoducto en Kazajistán.
El gas tocó su máximo desde marzo (cuando se alcanzó un récord histórico intradía de 335 euros por MWh) tras subir un 19% ante la decisión de Moscú de volver a cortar el grifo, por unos días, a Europa.
La última vez que se cerró el gasoducto ubicado en Alemania por mantenimiento los rusos restablecieron el flujo de gas, pero por debajo del nivel que mantenían hasta ese momento. De hecho, ahora el Nord Stream 1 solo funciona al 20% de su capacidad, tras los recortes que ha ido acometiendo Rusia esgrimiendo diversas causas.
Especulación por el cierre
Ahora se teme un cierre total, y los precios al por mayor del gas (el contrato para el primer mes en el centro holandés TTF, referencia europea para el comercio de gas natural) no han dejado de subir. Este lunes llegaron a alcanzar casi 290 euros por MWh (selló un nuevo máximo histórico al cierre de los mercados bursátiles europeos, en los 278 euros MWh), pero este martes ya han tocado los 295 euros por MWh.
Invierno agrava la situación
Europa se encuentra en una situación crítica cuando falta poco más de un mes para el inicio oficial de la temporada de calefacción de invierno. De hecho, el primer ministro belga, Alexander De Croo, ya ha lanzado una de las advertencias más graves, al apuntar que el Viejo Continente podría enfrentarse no solo a uno, sino a hasta 10 inviernos difíciles si la situación no se resuelve.