Los precios de la energía continúan al alza y parecen no tocar techo, lo que dificulta aun más la crisis energética que vive Europa. En el caso del gas, la escalada ha sido imparable desde que comenzó la guerra de Ucrania y este martes su precio ha batido un nuevo récord al sobrepasar los 230 euros por MW/hora en el mercado holandés, de referencia en Europa.
Previsión a la alza
La previsión es que en septiembre todavía sea más caro y que, incluso, pueda superar los máximos que experimentaron al inicio del conflicto bélico, cuando se llegaron a alcanzar los 335 euros.
Los países del Viejo Continente están elaborando planes para hacer frente a una posible escasez de energía durante este invierno, y algunos, incluso, están empezando a considerar racionar los suministros a ciertas industrias para garantizar que se pueda satisfacer la demanda esencial.
Cortes de suministros
En verano, por lo general, la energía suele ser más barata, pero este año no está siendo el caso, ya que las preocupaciones ante un posible corte del suministro y la fuerte demanda forman una combinación que ha llevado a impulsar los precios al alza.
Temporales contribuyen
Al mismo tiempo, las sequías y el calor extremo que se ha vivido en toda Europa ha llevado a ríos y embalses, cruciales para el suministro de energía hidroeléctrica en algunos países, a estar por debajo de su nivel fluvial, privando al continente de otra alternativa a los combustibles fósiles.
La generación eólica también ha estado por debajo de las normas estacionales, lo que ha influido para se eleven los costes de la energía a corto plazo.
Flujos de gas reducidos
Los flujos de gas procedentes de Rusia, el principal proveedor de Europa, están funcionando a niveles muy reducidos este año y, como consecuencia, los precios del gas se han disparado.
A este respecto, la compañía estatal de gas rusa Gazprom ha señalado este martes que los precios del gas en Europa podrían subir un 60% a más de 4.000 dólares por 1.000 metros cúbicos este invierno.
Caída en exportaciones
En general, las exportaciones de gas de Gazprom cayeron un 36,2%, a 78.500 millones de metros cúbicos, entre el 1 de enero y el 15 de agosto, y la producción se redujo un 13,2%, a 274.800 millones de metros cúbicos, en comparación con el año anterior, según un comunicado de la energética.