El reino de las finanzas y las inversiones históricamente ha permanecido dominado por hombres, y esta tendencia persiste hoy. A pesar de que las mujeres han ganado terreno en estas áreas; el predominio de la presencia masculina también se ha filtrado en el ecosistema de Bitcoin.
La invención de Satoshi Nakamoto, creada para superar muchos de los sesgos que se encuentran en las áreas más cerradas del sistema financiero tradicional; lamentablemente no ha podido derribar una importante barrera: conquistar tantas mujeres, como lo ha hecho con los hombres; al punto que conserva la disparidad de género que se encuentran en campos como las finanzas, las inversiones, la ciencia y la tecnología.
Un estudio realizado el año pasado por la administradora de inversiones Grayscale encontró que hay una considerable falta de diversidad en el ecosistema. Esto, tomando en cuenta que la mayoría de las personas involucradas con bitcoin, en Estados Unidos, pertenecen al género masculino.
Algo que coincide con las tendencias globales; ya que «a nivel mundial, los hombres tienen en promedio 1,5 veces más probabilidades de tener criptomonedas que las mujeres«; como lo señala el informe de adopción de la consultora Finder.
Apenas un promedio del 41% de los propietarios de criptomonedas de todo el mundo son mujeres, mientras que el 59% son hombres; según los datos revelados por la encuestadora en diciembre del año pasado.
Los resultados de la encuesta realizada en 27 países arrojaron que en diciembre del año pasado solo en Malasia, Noruega, Rusia y Venezuela; tenían mayor índice de mujeres entre la población propietaria de criptomonedas.
Mujeres autoexcluidas de un ecosistema de inclusión
Las disparidades de género han perseguido a la industria de las finanzas durante décadas; donde una de las principales barreras son los estereotipos sociales que insisten en establecer que los hombres tienen mejores competencias que las mujeres en lo que se refiere a las finanzas y la economía.
De la misma manera, las mujeres se han autoexcluido del ámbito de las criptomonedas como ha sucedido a lo largo de la historia con otros sectores; como la tecnología, la ciencia y las finanzas. Es un asunto cultural ya que ellas no tenían los mismos derechos legales y políticos que los hombres y estaban bajo el control de los padres y esposos en casi todas las sociedades.
Hoy las cosas son distintas a cómo eran hace 50 años; aunque todavía ellas se están poniendo al día en su esfuerzo por igualar a los hombres en todos los ámbitos de la vida; después de que se les excluyera durante siglos.
En contraposición, bitcoin, todavía no supera la etapa de su adolescencia, pero, aun así, se muestra listo para satisfacer las necesidades de las personas no bancarizadas.
La pionera de las criptomonedas representa una oportunidad para mejorar las condiciones económicas de las mujeres y sus familias, al igual que lo es para cualquiera que la adopte, dado a que su protocolo configura un sistema financiero más inclusivo que el tradicional.
Alex Gladstein, director de Estrategia Human Rights Foundation.
Gladstein agrega que bitcoin tiene dos tipos de mecanismos clave a través del cual puede ayudar a la humanidad. Por un lado, es ahorro soberano porque está fuera del alcance del sistema de degradación del valor del dinero que implementan los gobiernos cuando emiten más y más monedas a placer.
«La verdad es que bitcoin es una inmediata solución económica que además es de fácil acceso porque ni siquiera necesitas identificación para tenerla», agregó.
El otro mecanismo clave que tiene bitcoin, según Gladstein, es su red imparable de pagos que está a la disposición de cualquier persona del mundo que requiera usarla. Incluso para civiles comunes que sufren por las consecuencias de las sanciones internacionales impuestas a los países en lo que viven.
En ese sentido bitcoin es una herramienta para que las mujeres comiencen a abandonar ese estado de precarización de las condiciones de vida signadas por el patriarcado, el racismo, la violencia, la desigualdad y la cultura del privilegio. Es una alternativa para escapar del sistema financiero tradicional, que ha producido enormes desigualdades, pobreza y sufrimiento que ha perjudicado desproporcionadamente a las mujeres.
De lo señalado por Gladstein destaca que bitcoin es también garantía de los derechos de las mujeres para promover la igualdad de género y para que se base en los principios feministas de la redistribución del poder, de los recursos económicos, del trabajo y de las oportunidades sin que nadie se quede atrás.
Bitcoin como elemento de cambio
Un análisis de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe sobre los elementos a considerar para reducir las brechas de desigualdad de género para alcanzar el desarrollo; señala que se requiere que las mujeres alcancen su autonomía económica. También que sean capaces de tomar decisiones libres e informadas sobre sus vidas, de manera de poder ser y hacer en función de sus propias aspiraciones y deseos.
Sin embargo, en el continente las mujeres están limitadas por el trabajo doméstico no remunerado que; en la mayoría de los casos, no les permite realizar otras actividades ajenas a su vida familiar.
Por otro lado, un informe del Banco Mundial apunta que casi 2.400 millones de mujeres de todo el mundo carecen de los mismos derechos económicos que los hombres
El estudio determina que un menor acceso de las mujeres en la economía y su poca participación en las decisiones económicas del hogar; a la larga genera un impacto particular en las inversiones de capital humano y por lo tanto en el desarrollo de sus entornos.
¿Qué puede hacer bitcoin por las mujeres y ellas por la criptomoneda?
Si bien ningún invento monetario puede eliminar los efectos que históricamente ha dejado el machismo, Bitcoin ofrece hoy, más que nunca, un sistema financiero justo y equitativo a todas las mujeres del mundo.
Para aquellas que siguen marginadas de los servicios bancarios, bitcoin está allí esperándolas para comenzar a acumular riqueza y garantizar sus derechos de propiedad. Apenas den el primer paso se desprenderán del legado de desventajas que heredaron y que afectó sus finanzas durante generaciones.
Debido a que Bitcoin puede ser autocustodiado, las personas ya no necesitan depender únicamente de bancos, instituciones o intermediarios para administrar sus propios activos. Eso es algo que hoy están descubriendo muchas mujeres, como Manasi Vora; una periodista de la India quien descubrió a bitcoin en 2016 cuando el primer ministro de su país prohibió la mayoría de los billetes existentes; devaluándolos casi de la noche a la mañana.
Manasi Vora
En su esfuerzo por conocer más el ecosistema, Vora asistió a charlas; conferencias y otras actividades en las que solía ser una de las pocas mujeres en asistir, contra cientos de hombres que abarrotaban las salas.
«Por un lado, existía esta narrativa en ese entonces de que las criptomonedas cambiarían el mundo financiero. Pero, por otro lado, estaba viendo que el ecosistema bitcoin tiene los mismos sesgos sistémicos de las finanzas tradicionales, donde realmente no había suficiente diversidad», dijo Vora al San Francisco Chronicle.
Un año más tarde lanzó Woman in Blockchain (WiB), una organización enfocada en aumentar la diversidad en el espacio de las criptomonedas. Ahora a través de esta organización, Vora proporciona recursos educativos con la idea de derribar las barreras de entrada para adoptar bitcoin.
Para Vora, bitcoin tiene el potencial de «romper los ciclos de pobreza», pero desde su punto de vista no basta solo con que exista la tecnología para que se resuelvan todos los problemas. Cree que la solución está en poner la tecnología en manos de quienes histórica y sistemáticamente han estado desatendidas desde el punto de vista financiero en todo el mundo. Eso es lo que su organización y otras similares están ayudando a unir.
Otra de estas organizaciones es Blockchain by Women, que suele hacer reuniones en la ciudad norteamericana de San Francisco para mujeres interesadas en las criptomonedas. Su cofundadora Karen Hsu cree que el escaso número de mujeres involucradas en las criptomonedas puede atribuirse a preocupaciones de seguridad. «Muchas mujeres dicen estar preocupadas porque los criptoactivos son volátiles y hay piratas informáticos», dijo.
Sentirse excluida, o peor aún, insegura; en este entorno puede ser una de las razones por la cual las mujeres no se han lanzado masivamente al mundo de las criptomonedas.