Hacer trading de bitcoin y criptomonedas es ahora «una forma de adquisición de capital ilegal» en China, según la Corte Suprema judicial de ese país.
El pasado jueves 24 de febrero, las autoridades de ese país indicaron que las transacciones hechas con «monedas virtuales» son ilegales, y acarrean serias penalizaciones.
El documento hace algunas enmiendas a otra disposición del Banco Central de China, enmiendas que entrarán en vigencia a partir del 1 de marzo.
Los sospechosos de realizar transacciones con grandes sumas de dinero enfrentarán sentencias de entre 3 y 10 años de prisión y multas equivalentes a entre 8.000 y 80.000 dólares en yuanes (RMB).
Por hacer publicidad, seras penalizado
Para los que hagan publicidad a través de cualquier medio, dando a conocer alguna de las actividades prohibidas sera penalizado. Con esto, básicamente se prohíbe la publicidad para criptomonedas en Internet, televisión, medios impresos y servicios de mensajería, y otros medios.
Positivamente, se establece que los esquemas piramidales también son ilegales; e incluso su conocimiento sobre ellos acarrearía la imputación de delitos de complicidad a los involucrados.
El conocimiento la emisión fraudulenta de bonos, la absorción ilegal de depósitos públicos, la emisión no autorizada de acciones, bonos de compañías y corporaciones, recaudación de capitales o la organización y dirección de esquemas piramidales y otros delitos, brindar publicidad y promoción para estos, será castigado como un delito de complicidad en estos crímenes
Corte Suprema de Justicia de China
Históricamente, China ha tratado de prohibir las criptomonedas desde diferentes ángulos. Tras prohibir la minería de Bitcoin y otras criptomonedas en mayo de 2021; recientemente catalogó esta actividad como «obsoleta» en tanto las políticas para reducir el impacto medioambiental.
Sin embargo, recientemente lanzaron una plataforma gubernamental de tokens no fungibles (NFT), de forma centralizada; lo que da la impresión de que el gobierno de China no está totalmente en contra de estas tecnologías, sino de que los ciudadanos puedan usarlas de manera libre y descentralizada.