El 2021 comenzó marcado por una cuarentena producto del coronavirus, algo que se venía arrastrando desde el 2020 y que dejó una economía mundial golpeada. Esto llevó a muchos a buscar la manera de solventar de alguna manera la falta de ingresos. Encontrando en los tokens no fungibles (NFT) una alternativa multimillonaria.
Los primero pasos de los NFT
La historia de los NFT en blockchains surge en 2012, cuando la comunidad de Bitcoin daba sus primeros pasos para diversificarse. Entonces aparecen en escena «las monedas coloreadas», que es el primer antecedente de los NFT que se conoce hoy en día. Luego, en 2014, nace una plataforma llamada Counterparty conectada a la red de Bitcoin, pero como un protocolo aparte. Así se presentó a la iniciativa como un sistema distribuido, peer-to-peer, que permitía la creación de nuevos activos digitales.
De esa manera, fue como llegaron los juegos de cartas coleccionables y los intercambios de memes raros a la red de Bitcoin. Poco después, para finales del 2016, aparecieron también los memes coleccionables con la famosísima figura del «Rare Pepe» o también conocido en español como el «Pepe raro».
Las primeras iniciativas exitosas con los NFT en la red de Ethereum surgieron de la mano de “CryptoPunks”. Una serie de 10.000 imágenes coleccionables creados de forma algorítmica, que, hasta este momento gozan de gran popularidad entre los aficionados de los NFT. Luego, surgieron los «Cryptokitties», se trata de un juego en donde se pueden criar, comprar, e intercambiar gatos digitales.
Para quienes aún desconocen qué hace tan particular a los NFT, hay que destacar que representan un activo único, irrepetible y limitado en su cantidad. Otra cualidad, es que pueden ser coleccionables por su escasez y rareza. Asimismo, funcionan también como versiones tokenizadas de otros elementos digitales o de objetos del mundo real. Por ejemplo, pueden ser la representación de una obra de arte física o un personaje de un videojuego.
Apoyados en esas características y ante un escenario que hacía lucir difuso el futuro por el coronavirus. Muchos artistas digitales, empresas del entretenimiento, músicos y hasta creadores de videojuegos. Vieron en los NFT la oportunidad de generar nuevas fuentes de ingresos, volviéndose importante para la nueva economía digital.
Los NFT como salida para los artistas digitales
Varios artistas digitales aprovecharon el auge de los NFT para comercializar sus obras de arte, darse a conocer en el mundo y generar ingresos. Incluyendo algunos latinoamericanos, como es el caso del dibujante argentino José Delbo, que vendió la colección «Un Toque de Muerte» por 2,4 ETH.
Andrés Reisinger, otro artista argentino, vendió una colección de 10 muebles digitales, en una plataforma basada en Ethereum, obteniendo ganancias de USD 450.000.
Con el auge de los NFT, también surgieron artistas que causaron sensación en 2021, sobre todo, por la suma alcanzada en la venta de sus piezas. Uno de los primeros en ganar millones de dólares fue Beeple. La obra del artista fue subastada en marzo pasado y alcanzó los USD 70 millones
Lo resaltante de esa venta, fue que intervino una casa de subastas de arte tradicional, Christie’s de Reino Unido. Esta organización tiene entre sus logros, haber adjudicado por USD 450 millones el cuadro Salvator Mundi, de Leonardo Da Vinci en 2017, convirtiéndose en la obra de arte más cara vendida en una subasta.
Dicha organización, también entró de lleno en el mundo de los NFT y tal fue el éxito de su iniciativa, que reportaron ventas que llegaron a los USD 150 millones en tokens no fungibles, durante todo 2021.
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Otra casa de subastas que también cayó ante los encantos de los NFT, fue la gigante Sotheby’s, también de Reino Unido. Incluso, iniciaron las operaciones de su propio mercado dedicado para coleccionables digitales raros. La plataforma lleva el nombre de «Sotheby’s Metaverse» (o «El Metaverso de Sotheby») y está basada en la red de Ethereum.
Sin embargo, hay artistas que han denunciado el plagio de sus obras de arte digital. Uno de esos casos, es el de Liam Sharp, quien denunció en Twitter, que tendría que cerrar su galería de arte en la plataforma DeviantArt, debido a que han robado sus obras para elaborar con ellas unos NFT.
«La gente sigue robando mi arte y haciendo NFT», indicó. Explicó que es algo que ha denunciado, pero que ha sido ignorado. Para él es triste y frustrante, señaló.
Casos como el de Sharp ponen en duda la supuesta legitimidad que garantizan los tokens no fungibles, ya que pueden ser copiados con una simple captura de pantalla y venderse en las plataformas creadas para los NFT.
Llegada de los NFT a los videojuegos y el metaverso
Así como los tokens no fungibles entraron con fuerza en la escena artística durante 2021, los videojuegos play to earn (P2E), basados en blockchains y que permiten ganar dinero recibiendo criptomonedas y NFT, también causaron furor.
Uno de los juegos más populares durante este año ha sido Axie Infinity. Esta trata de unas criaturas coleccionables que luchan entre sí. Cada una de estas criaturas es un NFT con la capacidad de reproducirse para crear nuevos personajes únicos y valiosos. Axie Infinity ha crecido tanto que, desde su lanzamiento en 2018 hasta la actualidad, mueve alrededor de USD 3.800 millones, de acuerdo a Dapp Radar.
Los videojuegos que generan dinero a sus jugadores parecen destinados a seguir creciendo en 2022. Muchas personas han conseguido la solución a sus problemas económicos, a través de una actividad que se puede realizar sin un horario estricto y desde cualquier lugar, mientras haya conexión a internet.
El impulso de los juegos P2E ha hecho que grandes desarrolladores de videojuegos tradicionales se entusiasmen con esta nueva forma de hacer negocios. Uno de esos, es la empresa francesa Ubisoft, quien anunció a inicios de diciembre, su ingreso al mundo de los NFT para implementarlos en uno de sus títulos más populares, Tom Clancy’s Ghost Recon Breakpoint.
Los NFT del videojuego se van a poder comercializar en plataformas de terceros fuera del ecosistema de Ubisoft. Algo que podría inspirar a otras empresas desarrolladoras de juegos e incrementar el mercado de los NFT.
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Otra puerta que abrieron los NFT fue la de los metaversos. Estos se pueden definir como entornos virtuales en el ciberespacio donde las personas interactúan, social y económicamente, a través de sus iconos o avatares.
Si bien es cierto que los metaversos existen desde hace tiempo, el anuncio de Mark Zuckerberg, director ejecutivo de Facebook, sobre el cambio de nombre de la empresa a Meta y la promesa de construir una plataforma informática basada en el concepto de metaverso, hizo que se volviera un tema popular.
Una de esas propuestas de metaversos que han trazado un camino desde 2017, es la de Decentraland. En ese mundo, las propiedades virtuales han alcanzado enormes precios impulsados por el anuncio de Zuckerberg.
De hecho, el pasado mes de noviembre fue vendida una tierra virtual a un precio récord por más de USD 2,5 millones, elevando también el precio del token vinculado con Decentraland, llamado MANA.
La industria musical y del entretenimiento también entró a los NFT
La industria del entretenimiento, como la música o el cine, tampoco quisieron quedarse por fuera de un mercado impulsado por los NFT. Una de las primeras bandas de rock que lanzó una serie de coleccionables en 2020, fue Muse, con el fin promocionar su último álbum.
Más recientemente, grupos musicales de Latinoamérica también han encontrado en los tokens coleccionables como una manera de atraer a sus fanáticos. Tal es el caso de la banda argentina Babasónicos, quienes a inicios de diciembre lanzaron una colección en la plataforma Enigma.art, también desarrollada por argentinos.
Lo mismo hizo la mítica banda Soda Stereo, cuyos integrantes Charly Alberti y Zeta Bosio, reanudaron en Buenos Aires su gira «Gracias totales». Lo interesante es que sus fans pudieron asistir al recital tras comprar uno de los coleccionables.
Los NFT pueden ser una alternativa en el futuro, para aquellos músicos o artistas, que no cuentan con el apoyo de grandes disqueras y de esa manera dar a conocer sus obras de manera independiente.
El ámbito cinematográfico también abrió espacios para los NFT. La productora Warner Bros, decidió sacar una serie de coleccionables digitales de la cuarta entrega de la película “The Matrix Resurrections” estrenada el 22 de diciembre. Más de 300.000 personas intentaron conseguir alguno por USD 50, lo cual hizo que la plataforma que los comercializaba colapsara en las primeras horas.
Con respecto a los NFT, Keanu Reeves, protagonista de la saga Matrix, dijo que «se reproducen fácilmente» y soltó un comentario en modo de burla sobre los NFT, porque considera que pueden ser descargados por cualquiera.
Es decir, para Reeves los NFT no son precisamente únicos y nada garantiza que no pueda haber réplicas de las imágenes.
Los NFT llegan los deportes reyes del mundo
Otra de las industrias que también jugó un papel importante en la masificación de los NFT durante el 2021, fue el deporte, que sirvió para rentabilizar la pasión de los fanáticos.
Una de las pioneras en combinar juegos deportivos con productos digitalmente escasos, fue la empresa Dapper Labs, creadora de NBA Top Shot un juego basado en la liga de baloncesto más popular del mundo, la NBA. Este maneja un volumen de mercado que llega a los USD 750 millones, según datos de Dapp Radar.
Otro deporte que también ha aprovechado para lanzar NFT, es el fútbol. Una de las empresas que ha liderado ese mercado, es la francesa Sorare. Esta creó un juego de fútbol fantasy con tokens no fungibles, incorporando a equipos nacionales y selecciones de fútbol como Francia y Alemania en su plataforma.
El beisbol es otra disciplina deportiva que ha puesto a la orden de sus seguidores los tokens no fungibles. En ese sentido, la Major League Baseball (MLB) se asoció con Candy Digital, plataforma basada en Ethereum, para lanzar colecciones digitales de jugadores legendarios como Lou Gehrig.
Marcas mundialmente conocidas dieron sus pasos en los NFT
Grandes marcas relacionadas con comida rápida y bebidas tampoco han escapado de la fiebre de los tokens no fungibles.
Varios casos de empresas como Coca Cola, Pepsi o McDonald’s que se atrevieron a lanzar sus NFT para reforzar su vínculo con los clientes.
Una característica de estos lanzamientos, es que en su mayoría fueron entregados de manera gratuita, a excepción de los coleccionables de Coca Cola, que fueron subastados pero los fondos recaudados se destinaron a los Juegos Olímpicos Especiales.
NFT para causas sociales
En la misma dirección de generar ayudas a través de los NFT, organizaciones sociales también han entrado en el mundo de los coleccionables digitales.
Por ejemplo, en Perú, el pasado noviembre fueron lanzados unos NFT para promover la protección del Bosque Alto Mayo de ese país. Fue una colección de 20 piezas creadas por el artista peruano Knot Paolo, como parte de la campaña impulsada por la ONG Conservación Internacional.
Ninguno de los NFT ha sido vendido hasta los momentos, por lo que siguen siendo ofrecidos en el mercado para coleccionables OpenSea, a un precio de 0,18 ETH. Los tokens están disponibles hasta el 15 de abril de 2022.
El hecho de que no se hayan vendido los NFT, sugiere que los seguidores de los coleccionables, no siguen de cerca las iniciativas dirigidas a alguna ayuda social o ecológica.
Asimismo, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) anunció hace dos semanas, que tiene previsto lanzar una colección de tokens no fungibles para celebrar su aniversario 75.
Los recursos generados por la venta de los NFT, tienen la finalidad de financiar diversos proyectos para lograr incidir en la vida de más niños alrededor del mundo.
Perspectivas para los NFT en 2022
The Block, un medio especializado en criptomonedas, presentó un informe que habla de las perspectivas para los activos digitales en 2022.
«El interés de los inversionistas se ha volcado hacia proyectos NFT que pueden potencialmente proporcionar más utilidad en aspectos como publicidad, monetización de contenido y juegos», indica el documento.
No en vano, el tradicional Diccionario Collins escogió como palabra del 2021 a «token no fungible». La elección se realizó en función del «potencial perdurable» y también del «significado cultural» que tiene la palabra.
Lo que hace suponer, que más que una moda, los NFT se perfilan para expandir expandirse en su uso. Aunque, especialmente enfocados al sector de los videojuegos.